Una vez llegamos a casa estuvimos unas semanas en casa adaptándonos y entre las visitas que se alargaron casi dos meses jaja sí, dos meses… aprovechamos para conocernos, establecer bien la lactancia, y conectar en familia. Cuando empezamos ya a tener un poco más de soltura en el tema de coger a un recién nacido sin miedo, empecé a poner a ratitos a Leo boca abajo (técnicamente «Decúbito prono») por ejemplo cuando le ataba el body o el pijamita por detrás, empezamos poco a poco, apenas unos segundos pero era emocionante ver cómo cada vez aguantaba más.
Lógicamente, protestaba un poco porque no le gustaba estar boca abajo (tiene que hacer un esfuerzo importante para ver las cosas), pero es precisamente este esfuerzo el que fortalece su musculatura.
Poner al bebé boca abajo tiene muchos beneficios para su desarrollo.
– Variar la postura evita que su cabecita esté siempre apoyada en el mismo punto, lo cual podría causarle plagiocefalia (aplanamiento de la cabecita).
– Esta postura le permite ejercitar la musculatura, especialmente los brazos, hombros, espalda, manos y cuello.
– Ejercitarse boca abajo le ayudará a desarrollarse y alcanzar hitos: sujetar la cabeza, voltearse, levantar los brazos y gatear.
– Pasar tiempo sobre la barriguita le ayudará también a desarrollar el sentido de la vista y la coordinación ojo-mano.
– Esta postura favorece la interacción, el juego y la creación de vínculos.
¿Cuándo empezar a poner al bebé boca abajo?
Podemos comenzar a trabajar esta postura desde el principio, empezando cuando lo traemos a casa del hospital.
Como os decía anteriormente, aunque tenemos la idea del bebé feliz jugando boca abajo, comenzar puede ser difícil al principio. Hay que tener en cuenta que el niño lleva nueve meses acurrucado en la barriga de la mamá, y lo habitual es que se queje cuando lo ponemos en una nueva postura.
Para ir acostumbrándolo, creímos que una buena transición era que mi marido se sentase en el sofá y colocara a Leo contra su pecho.
Además también podemos ir tumbándonos, colocándolo en postura boca abajo. El contacto con nuestro cuerpo le hará sentir seguro, y además intentará mover la cabeza para mirarnos, trabajando la musculatura de los hombros y el cuello. Podemos combinar este ejercicio con el piel-con-piel. A su papá le encantaba, recuerdo que antes se frotaba su pecho varias veces para que estuviese calentito, hay que tener en cuenta que Leo nació en noviembre jaja, en esos momentos moría de amor, ver a los dos chicos de la casa así…
A nivel propioceptivo:
Con Leo hicimos de entrada lo más típico, es decir, los masajes, en especial me informé del masaje Shantala. Es un masaje típico de la india en el que prácticamente no se deja ni un centímetro de la piel del bebé por masajear jaja he de decir que yo lo hacía bastante más suave de lo que lo hacen ellas (tienen mucha experiencia) jaja y aprietan bastante… yo aprovechaba después de la rutina del baño que estaba la estancia muy calentita. Usaba apenas un poquito de aceite de almendras, ya que, nunca he sido de poner crema a todo el cuerpo de Leo, pienso que por muy ecológicas que sean llevan muchos productos y además la piel del bebé es tan suave de por sí, que no necesita ningún extra. No ha tenido nada de piel atópica ni sequedad ni nada de nada. A veces pienso que tantos potingues y colonias puede hacer reacciones (es mi humilde opinión, no soy experta claro) jaja
Volviendo al tema, este masaje es super relajante y ayuda a tener consciencia de su propio cuerpecito. También compré esponjas de diferentes texturas (tipo toallita, naturales, con relieves, tipo flor…) y las había alternando durante el baño de forma muy suave.
El sistema procioceptivo nos informa de la posición de nuestro cuerpo y la relación entre sus partes, es la base del esquema corporal y componente también del equilibrio, la coordinación… cuando damos el pecho a nuestro bebé vamos cambiando casi en cada toma al bebé, en unas tomas apoya su cuerpecito en nosotros sobre la parte izquierda de su cuerpo cuando mama de nuestro pecho derecho y su parte derecha cuando mama de nuestro pecho izquierda. Esto le está dando continamente información de su cuerpo y va alternando la presión de manera equilibrada en la totalidad de su cuerpo, esto será beneficioso para integrar la lateralidad, y usar equilibradamente todos los miembros de su cuerpo. Esto también ayudará a su visión pues al tomar el pecho suele tener un ojo pegado a nuestro pecho que estará más cerrado. Cuando Carmen (la profesional que nos impartía los cursos que en otros post he comentado) nos comentó este hecho, me pareció súper interesante y desde entonces me aseguro de dejárselo caer a las mamis que conozco que dan biberón a sus peques.
Súper interesante y de sentido común claro, pero son cositas en las que no solemos caer y de las que no conocemos su importancia y beneficios a corto/largo plazo. Así que, ojo mamis!
Una de las cosas que tenía claro y así nos lo hizo saber también Carmen era que lo mejor que podíamos hacer con los bebés era contar con una buena alfombra o manta y suelo, mucho suelo. A parte que és ideal para practicar el boca abajo le damos oportunidades de interacción con el medio, de explorar la habitación, ver todos los objetos del salón desde otra perspectiva, os imaginais estar todo el día observando el techo, yo lloraría a cada ratito os lo aseguro. Sin embargo, estar en el suelo puede hacer que el bebé se sienta desprotegido, así que por supuesto yo también me ponía a su altura, algo que además estimulaba la interacción.
Además pensé que era buena idea asociar el boca abajo con un momento de juego y diversión. Colocaba juguetes a su alrededor que le estimularan a moverse, a girarse y poco a poco a levantar los brazos.
Creé mi propia cesta de los tesoros (montessori) con objetos de diferentes texturas todos naturales (madera, metal, tela, conchas…) y también compré objetos que me parecían interesantes para hacer una caja de texturas (estropajos, rulos de pelo de distintos tamaños, telas…)
Me hice con el típico gimnasio monísimo de madera para que los ratitos de juego fuesen más amenos. Sin darnos cuenta iniciamos una rutina diaria con todas estas cositas. Por la mañana al despertar solía poner las mismas canciones, cómo dormiamos bastante mal, con muchos despertares me pareció interesante que empezara a distinguir el día de la noche, así que iniciábamos el día con canciones infantiles de buenos días, nos cambiábamos y salíamos a pasear un ratito aprovechando el solecito pues el día era corto.
Llegábamos a casa y hacíamos algunos ejercicios de un libro súper completo de estimulación para bebés, un ratito de boca abajo con juguetes y boca arriba con el gimnasio. Y el resto del día hacíamos algunas de las actividades que explico a continuación.
A nivel visual:
Usamos muchísimo el espejo de la habitación, aunque no se reconocía a él mismo cuando veía el reflejo balbuceaba un montón, se reía era muy gracioso ver la evolución. En el libro que os comento vienen unas láminas en blanco y negro para presentárselas, hay también algunos móviles montessori diy. Podeis buscar en google.
La utilización de material en blanco y negro resulta interesante en la estimulación para el desarrollo de las funciones visuales básicas (fijación y seguimiento) gracias al contraste que ofrecen, ayudan a aumentar la concentración y estimulan las conexiones de la vía visual. La verdad es que Leo se quedaba fijamente mirando esas láminas. Estábamos unos segundos con cada una de ellas o cuando notaba que empezaba a perder el interés cambiábamos de lámina y /o actividad.
Por la noche y aprovechando la oscuridad usábamos un muñeco que proyecta luces en el techo, la verdad que continúa mirándolo con atención. Lo poníamos un ratito y otras veces con una simple linterna hacíamos recorridos por la habitación, eso tambié le fascinaba.
A nivel vestibular:
Jugábamos un ratito con las pelotas, a modo de masaje (hacía un recorrido con la suave presión de la pelota que tenía unos bultitos de plástico en la superficie) y (como ejercicio vestibular) ponía a Leo encima de la pelota con muchísimo cuidado y lo llevaba de delante hacia atrás, solía poner un muñeco de su interés delante de la pelota…uno de los beneficios de este ejercicio es el de la acomodación de la vista (lejos-cerca) y la postura en sí con el fortalecimiento de los músculos de la espalda y el cuello. Este en particular a Leo le encantaba. Otro de los ejercicios que le gustaba a Leo era que estando en mis brazos yo diese pequeños saltos sentada en la pelota de pilates, cuando paraba se agitaba y con una sonrisa me hacía entender que quería más.
Hacíamos juegos acompañados de canciones en el que balanceaba a Leo de lado a lado y de delante hacia atrás, tipo columpio. Cuando contaba con la ayuda de alguien, y con una muselina o manta suavemente le hacíamos un columpio casero, el ritmo era muy suave y Leo disfrutaba un montón.
A nivel auditivo:
En el baño y en algunos ratitos de juego continuamos poniendo música clásica, así como en los trayectos en coche, la verdad que noto como nos relajamos escuchándola. Es un costumbre que vino para quedarse no concibo subir al coche sin sintonizar la emisora de RNE radio clásica. Probad, engancha! Jaja además creo que a lo largo del día a día y de toda su vida tiene opción de escuchar todo tipo de música en la tv, en la escuela, en los bares, fiestas…la música clásica no suele escucharse habitualmente fuera de casa, (a no ser que vayas específicamente a un concierto) así que pienso que es importante que nosotros le proporcionemos esos ratitos de placer también. Una vez más es mi humilde opinión…jaja
También compré a Leo unas pulseras y unos calcetines con cascabeles y texturas que al tocar y/o mover generaban soniditos, era muy divertido ver cómo sabía que si movía un miembro de su cuerpo se producía un ruido que no había escuchado hasta el momento…
En la clase de lactancia en el que una mami tenía una duda con el gateo de su bebe le aconsejé unos ejercicios, la mamá quedó encantada ya que a la semana siguiente el bebé gateaba perfectamente. Me ofrecieron la posibilidad de impartir una pequeña charla con actividades de este tipo. Si os interesa os puedo dedicar un post con más detalle, adjuntando las diapositivas que usé ese día.
Aquí una pequeña muestra de las cositas más básicas que hacíamos los primeros meses de vida de Leo. Espero que os sirva de ayuda. Un saludo!